La fiesta de hoy, atestiguada ya a mediados del siglo IV (en la Depositio martyrum), tiene sus raíces en la conmemoración de los parientes y amigos muertos (Parentalia), celebrada en Roma entre el 13 y el 22 de febrero. En esta conmemoración, se dejaba vacía una silla (cátedra) para personas fallecidas en particular. Dado que se desconocía la fecha real de la muerte de San Pedro, se conmemoró el 22 de febrero, celebrando finalmente su toma de responsabilidad pastoral de la Iglesia de Roma